domingo, 16 de enero de 2011

HIGIENE POSTURAL

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Casi todos nosotros a diario además de trabajar tenemos que hacer cosas cuando llegamos a casa. Lavar, fregar, planchar… son algunos de los quehaceres que tenemos a diario. A la hora de realizar todas estas actividades en ningún caso solemos reparar el los efectos que pueden tener sobre nuestras articulaciones. Para evitar males mayores simplemente tenemos que seguir una serie de pasos denominados higiene postural, que son los que nos permitirán movernos con total seguridad por la casa realizando las actividades cotidianas.


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La higiene postural como su nombre indica lo que busca es conseguir las posturas más limpias para el organismo a la hora de llevar a cabo una tarea. Conseguirlo es fácil, ya que al principio nos debemos mentalizar y tener cuidado de realizar las posturas de forma adecuada, pero poco a poco nos iremos acostumbrando y nos saldrán solas.

Uno de los actos que realizamos día a día en cada es el de fregar los cacharros o las encimeras. Mientras permanecemos de pie en esta posición fija la espalda suele resentirse, ya que por lo general es la zona lumbar la que se ve afectada por la sobrecarga. Para evitar esto debemos hacernos con un cajón de unos diez o quince centímetros de alto y apoyar una pierna sobre él, de modo que el peso se reparta a lo largo de la pierna y no se concentre en la zona lumbar. Mientras estemos de pie fregando es aconsejable cambiar de pierna para alternar.

Algo similar sucede cuando planchamos, y es que tendemos a concentrar toda la tensión en la parte de los lumbares. Para aliviar tensiones en importante que sigamos los mismos pasos que cuando vamos a fregar los cacharros, eso sí, la tarea de planchar es más larga, por lo que debemos ser capaces de concentrar al máximo el peso sobre las piernas en vez de hacerlo en la espalda.

Otra tarea que nos resulta en muchos casos molesta para la espalda es la colada. Aunque parezca mentira, seleccionar la ropa y separarla por colores a la hora de meterla en la lavadora es algo que puede acabar por dañar nuestra espalda. Para evitar que esto suceda es recomendable que no nos agachemos a la hora de meter la ropa en la lavadora, sino que es necesario que nos sentemos en el suelo para permanecer relajados. Si tenemos lavadora con apertura superior el problema se reduce mucho, ya que la espalda no se daña al agacharnos.

A la hora de recoger objetos del suelo lo que solemos hacer es agacharnos bruscamente sin apenas doblar las piernas y cargando todo el peso en la espalda, algo que a la larga acabará por pasarnos factura. Por ello es importante que tengamos en cuenta que al recoger objetos hay que aliviar la tensión de la espalda, y para ello es necesario que doblemos las rodillas con la espalda siempre recta y subamos el objeto ayudándonos de la fuerza de las piernas para hacerlo.

Es necesario que tengamos en cuenta estos consejos a la hora de realizar las tareas cotidianas del hogar, ya que de lo contrario el efecto que una mala ejecución puede tener en nuestra salud lumbar es elevada y por ello debemos prestar especial atención a mantenernos siempre en la postura correcta.

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HIGIENE POSTURAL

Autor: Comité Editorial Salusline

El cuerpo es el instrumento a través del que nos manifestamos en esta vida, es el vehículo que utilizamos en el camino del vivir. Cuidarle y mantenerle en perfectas condiciones es nuestro deber; el ejercicio regular y una postura corporal adecuada son fundamentales.


El dolor de espalda sigue siendo la pesadilla de este fin de siglo, siglo de modernización y de progreso que ha originado una sedentarización extrema en nuestra sociedad. Una persona de 40 años ha pasado cerca de 15 años de su vida sentada en los bancos de la escuela, casi siempre adoptando una postura inadecuada. Otros 15 ó 20 años trabajando, en la mayoría de los casos mal sentada en una oficina o de pie todo el día.

posturas adecuadas Ha pasado más tiempo sentada en su coche que dando paseos al aire libre, más tiempo en el sofá que en el gimnasio. En resumen, pasamos la mayoría de nuestra vida sentados, tumbados o en posturas que dañan la integridad de nuestra columna vertebral. La falta de ejercicio, resultado de nuestra vida sedentaria origina una cierta debilidad muscular, sobre todo al nivel de los músculos protectores de la columna vertebral (abdominales, intervertebrales, lumbares, trapecio, dorsales).

Una reciente encuesta revelaba que un 70% de la población sufre o ha sufrido dolores de espalda (lumbalgias y cervicálgias), y es la primera causa de ausentismo laboral: 4 de cada 10 bajas en la Unión europea se deben a dolencias de este tipo con pérdidas de miles de millones de euros o dólares. Adoptar buenos hábitos, evitarían estos problemas y ahorrarían importantes trastornos para los pacientes y para la seguridad social.

A continuación le presentamos algunas recomendaciones para evitar este mal tan doloroso e incapacitante:

  • adoptar buenos hábitos posturales: flexionar las rodillas al recoger objetos, mantener la espada recta de pie , sentado o caminando, repartir el peso en ambas brazos al llevar objetos, etc.
  • practicar una actividad física.
  • evitar el sobrepeso.
  • respirar correctamente
  • reforzar nuestra musculatura abdominal (veer: abdominales bien hechos).

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